Os invito a celebrar la Navidad con una mirada de esperanza

El Arzobispo de Barcelona presidió la celebración de Navidad con todos los trabajadores y miembros de la Curia en el Palacio Episcopal 

La tradicional recepción con motivo de la Navidad, en la que la Curia y otros organismos diocesanos felicitan al Sr. Arzobispo y éste les desea a todos una feliz y santa Navidad, tuvo lugar el pasado jueves día 22 de diciembre.

En primer lugar, en la capilla del obispado, se rezó la hora de Sexta, con una breve preparación a cargo de Mn. Joan Obach, delegado diocesano de Pastoral Sacramental y Liturgia, que preparó un texto impreso para facilitar la participación de todos en la oración. El Sr. Arzobispo presidió la oración, acompañado del Sr. Obispo auxiliar y excusó la ausencia del cardenal Martínez Sistach, que tenía un compromiso en aquellas horas.

Palabras del Sr. obispo auxiliar

Después de la oración, en la sala noble del palacio, tuvo lugar la recepción que se abrió con unas palabras de felicitación pronunciadas por Mons. Sebastià Taltavull, obispo auxiliar y vicario general. “La pregunta -empezó diciendo- nos viene de la Curia misma, desde la oficina de comunicación. Es una interpelación a todos: ¿hacia dónde te guía la Navidad? A mí me llegó a Perú, el martes pasado. Era el pueblo de Cascais, en la sierra andina, visitando a treinta misioneros de la diócesis de Mallorca que trabajan en el Perú; era una comunidad de gente muy sencilla, muy pobre y creyente al máximo, donde la fe en Jesús lo es todo. Vi muy claro que la Navidad me guía hacia Jesús. Yo estos días me preguntaba si somos una Iglesia en salida o una Iglesia cerrada. Sr. Arzobispo, quisiera que en este contexto le llegara la felicitación de todos los que formamos esta institución al servicio de la archidiócesis de Barcelona, ??con la respuesta que cada uno ha dado y que refleja el maravilloso vídeo que ahora se proyectará, y que ya rueda por las redes sociales. Concluye con su felicitación que le agradecemos de todo corazón. Queremos que la Curia diocesana sea eso, una pequeña comunidad cristiana que interpele en Bien, con su manera de trabajar al servicio de nuestra Iglesia y de todo el mundo que llama a nuestra puerta”.

“A usted, Sr. Arzobispo, le tenemos que agradecer de todo corazón, ahora que hace casi un años que está entre nosotros, su servicio pastoral hecho de proximidad, hecho de trato sencillo y gozoso. Nuestra Iglesia está dispuesta a caminar respondiendo a lo que Jesús nos pide que hagamos, que es ir a lo esencial, servir, acoger y amar a todos. Como Él siempre lo hizo. El papa Francisco, en su última carta apostólica Misericordia te misera, nos dice: ‘Hay mucha necesidad de reconocer la alegría que se revela en el corazón que ha sido tocado por la misericordia. Hacemos nuestras, por tanto, las palabras del apóstol: Estad siempre contentos en el Señor ‘(MeM 3) “.

“Con esta invitación a la alegría, quiero terminar deseándoos Sr. Arzobispo, una feliz y santa Navidad en la alegría de la presencia de Jesús en nuestra vida, viviendo un constante encuentro con Él. Y en este año que tanto lo hemos citado, quisiera terminar con estas palabras del beato Ramon Llull: “Digué l’amic a l’Amat: Jo no he deixat d’amar-vos, des del dia que us vaig conèixer. Car en Vós i per Vós i amb Vós he estat, onsevulla que fos. I respongué l’Amat: Ni jo, després que tu m’haguessis conegut i amat, mai t’he oblidat ni mai per mai t’he enganyat ni t’he fallat”.

“Muchas felicidades y un buen año 2017, que sea lleno de ese amor que celebramos en estas entrañables fiestas de Navidad. Muchas felicidades! “

Palabras de Mons. Juan José Omella

Mons. Omella inició sus palabras diciendo que realmente casi hacía un año que estaba en Barcelona y añadió: “Doy gracias a Dios por este año que llevo entre vosotros, y os doy gracias a vosotros por la acogida que me habéis dado. Me he sentido muy a gusto. Trabajáis muy bien; trabajáis con cordialidad, con alegría. Trabajáis en serio. Trabajáis con responsabilidad. Muchísimas gracias por el trabajo que hacéis todos para continuar la marcha de la archidiócesis. Quiero agradecer de corazón todo este trabajo que hacéis día tras día … “

En segundo lugar, el Sr. Arzobispo hizo unas felicitaciones a varias personas de la Curia y de la diócesis que habían vivido acontecimientos gozosos: Ignacio, de la Delegación de Enseñanza, que había sido padre de un hijo; Esteve, guardia de seguridad, que fue padre y que su esposa no tuvo tiempo de llegar al hospital, lo que provocó que el niño naciera en el parking, cuando iba a llevar a su esposa en el hospital ; Montse Padilla, que hace cincuenta años que trabaja en Cáritas, en la que la Generalitat le ha concedido la Medalla de Francesc Macià. Todas estas personas, llamadas junto al Arzobispo, recibieron un largo aplauso de todos los presentes.

“Estamos trabajando en la preparación del nuevo Plan Pastoral Diocesano. Y hemos visto que hay un primer momento muy importante, que es el de contemplar aquellas actitudes que debemos adoptar mirando el Evangelio y también la invitación del Papa en  Evangelii Gaudium para ser una Iglesia en salida, y no una Iglesia autorreferencial. Os invito a celebrar la Navidad con esta actitud contemplativa. Jesús nos enseña cómo ser discípulos suyos y como ser apóstoles en nuestro tiempo. Para hacer esta contemplación debemos hacernos niños y hacernos humildes. Lo diré con una poesía de Miguel de Unamuno, que yo la aplico a la contemplación de la Basílica de Belén, en la que hay que bajar la cabeza para poder entrar: “Agrándame la puerta, Padre / que no puedo pasar./ la hicisteis para los niños. / Yo he crecido, a mí pesar./ Si no me agrandas la puerta, / achícame por piedad / y devuélveme aquella bendita infancia / en que vivir es soñar.

“Que estos días, contemplando el belén, entremos en aquella humildad; que encontremos esa mirada de alegría y de ilusión, de esperanza, porque la Iglesia está creciendo, la Iglesia está caminando, la Iglesia, el Reino de Dios está presente en la tierra. Debemos tener esperanza… En Belén encontramos el silencio, encontramos también la pobreza -el anuncio del Evangelio se hace con sencillez y con pobreza- y en Belén encontramos sobre todo el servicio a los pobres: los pastores y reyes llegan a Belén para servir a una familia pobre…

Es en el servicio a los pobres donde nosotros podremos dar testimonio creíble. Y finalmente el misterio de Navidad nos dice que la humanidad y la divinidad quedan ensambladas, quedan unidas para siempre, y todo lo que es humano es divino y todo lo que es divino es humano. No podemos separar: trabajando para el hombre, estamos sirviendo a Dios, y sirviendo a Dios acabamos trabajando para la gente, sobre todo para los pobres. Seguimos así; y creo que podremos ser una Iglesia de esperanza aquí, en Barcelona. Y me parece que, así, después de esta contemplación, podremos preparar un buen Plan Pastoral para nuestra diócesis de Barcelona. Os deseo a todos una feliz Navidad. ¡Gracias! “

Fuente: http://www.esglesiabarcelona.cat/node/9558

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