El pasado domingo finalizó la Misión de las plazas que las Comunidades Neocatecumenales de nuestra parroquia ha realizado durante estos cinco primeros domingos de Pascua en varias plazas de Barcelona.
La experiencia, que se enmarca dentro de una gran Misión que se realiza en más de 10.000 plazas de 120 países, y que es la segunda edición, ha sido magnífica, tanto por la cantidad de gente que ha podido recibir una palabra del amor de Dios y de consuelo frente a tantos sufrimientos, como por los que se han querido acercarse más intensamente a la Iglesia y a la vida parroquial. Además, la propia comunidad parroquial ha sido la primera edificada al realizar esta misión evangelizadora que hunde sus raíces en las misiones de los Apóstoles que se narran en el libro de los Hechos.
También el Papa Francisco, en su primera Exhortación Apostólica EVANGELII GAUDIUM ha querido delinear los motivos de esta misión para la nueva evangelización:
“Cuando la Iglesia convoca a la tarea evangelizadora, no hace más que indicar a los cristianos el verdadero dinamismo de la realización personal: «Aquí descubrimos otra ley profunda de la realidad: que la vida se alcanza y madura a medida que se la entrega para dar vida a los otros. Eso es en definitiva la misión» (nº10)
Finalmente, remarquemos que la evangelización está esencialmente conectada con la proclamación del Evangelio a quienes no conocen a Jesucristo o siempre lo han rechazado. Muchos de ellos buscan a Dios secretamente, movidos por la nostalgia de su rostro, aun en países de antigua tradición cristiana. Todos tienen el derecho de recibir el Evangelio. Los cristianos tienen el deber de anunciarlo sin excluir a nadie, no como quien impone una nueva obligación, sino como quien comparte una alegría, señala un horizonte bello, ofrece un banquete deseable. La Iglesia no crece por proselitismo sino «por atracción» “(nº 14)