El Papa Francisco ha hecho un llamamiento por la paz en Ucrania, en estos momentos de dolor y pesar por el sufrimiento del pueblo Ucraniano. Desde nuestra Parroquia nos unimos fervientemente a las intenciones y oraciones del Papa y de toda la Iglesia, para que cesen las hostilidades por parte del gobierno Ruso, y se puedan reconstruir los lazos de fraternidad entre los pueblos, como invitaba el Santo Padre en su Encíclica ‘Fratelli Tutti’, más necesaria hoy que nunca.
Oremos también por nuestros hermanos cristianos, que están en medio de una dura prueba, para que puedan apoyarse en Jesucristo, y sea Él su único consuelo y fuente de esperanza. También por los hermanos de tantas realidades eclesiales, especialmente las comunidades neocatecumenales, seminaristas y familias en misión, como los Lasterra Pastor, de la Parroquia de Sant Antoni de Padua del pueblo de la provincia de Barcelona de Sant Vicenç dels Horts, que llevan años en misión en Kiev, y que están camino de Hungría.
LLAMAMIENTO DEL PAPA FRANCISCO POR LA PAZ EN UCRANIA
Tengo un gran dolor en el corazón por el empeoramiento de la situación en Ucrania. A pesar de los esfuerzos diplomáticos de las últimas semanas se están abriendo escenarios cada vez más alarmantes.
Al igual que yo, mucha gente en todo el mundo está sintiendo angustia y preocupación. Una vez más la paz de todos está amenazada por los intereses de las partes.
Quisiera hacer un llamamiento a quienes tienen responsabilidades políticas, para que hagan un serio examen de conciencia delante de Dios, que es Dios de la paz y no de la guerra; que es Padre de todos, no solo de algunos, que nos quiere hermanos y no enemigos.
Pido a todas las partes implicadas que se abstengan de toda acción que provoque aún más sufrimiento a las poblaciones, desestabilizando la convivencia entre las naciones y desacreditando el derecho internacional.
Y quisiera hacer un llamamiento a todos, creyentes y no creyentes. Jesús nos ha enseñado que a la insensatez diabólica de la violencia se responde con las armas de Dios, con la oración y el ayuno.
Invito a todos a hacer del próximo 2 de marzo, Miércoles de Ceniza, una Jornada de ayuno por la paz. Animo de forma especial a los creyentes para que en ese día se dediquen intensamente a la oración y al ayuno. Que la Reina de la paz preserve al mundo de la locura de la guerra.