Esta semana se ha iniciado la Novena en honor de la Virgen del Carmen. Como cada año se nos solicita nuestra participación, tanto en la Novena como en la festividad de la Virgen, patrona de la Orden carmelita.
¿Que significa la Novena?
La Novena a Nuestra Madre Santísima del Carmen tiene por objeto brindarle a todos los cristianos de buen corazón y que aman a la Virgen María, como Madre del Carmelo, unos momentos de reflexión que ayuden a elevar nuestro espíritu, por medio de la oración, a Ella que ofreciéndonos a su Hijo y su Santo Escapulario, resplandece como aurora luciente que anuncia los tiempos nuevos construidos por la civilización del amor que el Evangelio nos propone vivir y predicar.
El Evangelio ilumina cada día estas reflexiones con la Palabra de Jesús, siempre viva y eficaz; el Concilio nos presenta la figura de la Virgen María y su importancia en el misterio de Cristo y de la Iglesia. Rememoramos, además, una palabra acerca de lo que se ha escrito sobre la entrega, de parte de la Virgen del Carmen, del Santo Escapulario, prenda de consagración y protección en esta vida y después de la muerte.
Esta Novena a la Virgen del Carmen se puede celebrar dentro de la Santa Misa, luego se ofrece unos esquemas para las preces comunitarias de cada día. La Salutación al comienzo y la Oración final se repiten todos los días de la Novena. Finalmente se sugieren para meditar en forma privada, según el tema del día, unas oraciones que resumen, desde la perspectiva del autor, la experiencia de Dios y la influencia de María Santísima en la vida de los Santos del Carmelo, testimonio perenne de la obra de la gracia divina y el amor trinitario en la vida del cristiano.
La oración, diálogo de amor con quien sabemos nos ama, nos enseña a conversar con Dios pero también con los hermanos. Santa Teresa de Jesús nos aconseja que “mientras más santas (os) más conversables con sus hermanas” (CV 41,7), es decir, más disponibles a las necesidades de los prójimos. Quien dice amar y dialogar con Dios, y no sabe amar y conversar con el prójimo, se desdice de lo primero. Que la Virgen orante y los Santos del Carmelo nos consigan mantener encendidas la lámpara de la vida teologal para ir al encuentro del Esposo que viene. Ven Señor Jesús.