El Rector de nuestra parroquia lleva varios meses interesado en abrir para los adolescentes de 1º,2º,3º y 4º de la ESO una pastoral de tipo post-confirmación, que les sirva como ayuda y complemento en el crecimiento de la fe en las difíciles etapas de la adolescencia. El Camino Neocatecumenal dispone desde hace varias décadas de una pastoral específica para estos jóvenes que dirige el sacerdote italiano P. Giannvito Sanfillippo de la diócesis de Roma, donde se inició esta experiencia con muy buenos resultados, y que ya está extendida por diversas naciones, especialmente de Europa. Los próximos días 11, 12 y 13 de Octubre estará en Barcelona y tendrá un encuentro con nuestro Rector, P. Gaspar, y Juan Pablo, Responsable del equipo de catequistas del Camino de nuestra parroquia.
A continuación publicamos una entrevista sobre la Post-confirmación en TV1 al P. Giannvito:
Una vez recibidos los tres sacramentos de la Iniciación Cristiana, se ofrece a todos los chicos la posibilidad de seguir creciendo en la fe a través de la: POSTCONFIRMACIÓN (del Camino Neocatecumenal)
La propuesta pastoral extendida por Italia y otros países de Europa y que ahora está entrando con fuerza en España nació como un servicio del Camino Neocatecumenal a las parroquias ante el abandono de los chicos una vez confirmados.
Esta experiencia de Postconfirmación se basa en alguna intuiciones que Kiko Argüello, iniciador del Camino Neocatecumenal, ha tenido para la educación a la fe de los muchachos que viven el paso de la ADOLESCENCIA a la JUVENTUD y que comprende la edad de entre los doce-trece años y los dieciocho-diecinueve años, es decir, un recorrido de seis años. Esta pastoral nació en la Parroquia de Mártires Canadienses de Roma en 1985 con frutos ya contrastados tanto por los jóvenes que han experimentado el itinerario de formación como los matrimonios que los acompañan. Esta pastoral se ofrece a todos los jóvenes de las parroquias una vez confirmados (hacia los 13 años) y tiene como novedad que se les confía a un matrimonio que harán las veces de PADRINOS en la madurez de su fe (desde los 13 a los 19 años). Son familias que gracias a la iniciación cristiana durante muchos años en el Camino Neocatecumenal son capaces de un auténtico testimonio cristiano de perdón recíproco y de apertura a la vida y se ponen al servicio de estos muchachos en comunión con el párroco y con sus propios catequistas. Este modelo familiar, revelado por Dios para la educación integral de la persona, está hoy en día puesto en discusión, a menudo incluso entre las mismas familias de donde provienen los confirmados. Así pues, se pone como referencia primera para los jóvenes a la familia (y no catequistas célibes o solteros), para que sea signo eficaz de unidad, fidelidad y fecundidad, y cuyos miembros hacen como de padrinos de los chicos.
Un motivo habitual de reflexión es la manera de llevar adelante a los jóvenes después del sacramento de la Confirmación. Es frecuente que en ese periodo de maduración humana dejen, en cambio, de responder a las convocatorias de formación o se alejen de la práctica religiosa. Algunas parroquias vinculadas al Camino Neocatecumenal están poniendo en práctica una iniciativa de postconfirmación, con buen resultado.
TEXTO — P. Gabriel Benedicto, Párroco de la Virgen de la Paloma (Madrid)
La atención pastoral a los adolescentes de entre 12 y 18 años supone actualmente un desafío para la Iglesia. ¿Qué hacer con ellos? ¿Cómo darles la posibilidad de que toquen a Cristo como respuesta existencial a sus deseos y problemas? ¿Cómo hacer que la Palabra de Dios ilumine este tiempo de crecimiento tan importante para sus vidas?
A los 11-12 años dejan de ser niños y caminan hacia la edad adulta, afrontando nuevos retos. ¿Qué quiero estudiar? ¿Qué amigos debo elegir? ¿Cómo madurar y expresar mi sexualidad? ¿Cómo relacionarme adecuadamente con la autoridad de mis padres? ¿Cómo divertirme sin hacerme daño? ¿Cómo superar mis complejos? ¿Cómo vencer el misterio del egoísmo? ¿Cómo ser capaz de amar?
Un posible respuesta
Si a un joven no se le ofrece una pastoral juvenil que responda a estas cuestiones, es muy probable que antes o después abandone la Iglesia… podríamos decir que por pura coherencia, pues no ha percibido que la fe en Cristo puede dar plenitud a su vida.
La pos-Confirmación es una respuesta del Camino Neocatecumental a este desafío de trasmitir la fe a los adolescentes. Esta pastoral es un servicio abierto a todos los jóvenes de la parroquia, que tras recibir la confirmación en 1º de la ESO (secundaria), comienzan un itinerario en pequeños grupos para crecer en una experiencia personal de fe.
A cada grupo se le asigna un matrimonio, al que llamamos “padrinos”, el cual será el responsable de ayudarles a crecer y vivir en la fe de la Iglesia. ¿Por qué un matrimonio? Porque los adolescentes están saturados de palabras; si algo les atrae verdaderamente es el amor gratuito de un hombre y una mujer que testimonia la verdad de Dios.
Los padrinos les abren su casa, comparten la cena con sus hijos, los llevan a casa y esto poco a poco hace que ellos se sientan queridos. Como dijo Dostoievski, “la belleza salvará al mundo”, y en este caso la belleza de la familia cristiana es capaz de salvar a los adolescentes. Cuando los jóvenes son tocados por una experiencia de amor hecha carne que se pone a su servicio, se crea una relación de confianza que permite una intimidad para hablar y escuchar. A la familia se le une la figura del presbítero que acompaña al grupo, asistiendo y presidiendo las reuniones siempre que puede.
Redescubrimiento
En la parroquia Virgen de la Paloma actualmente tenemos 13 grupos de postconfirmación, y puedo decir que está resultando una experiencia fantástica. Los jóvenes descubren, a lo largo de todo un programa de 6 años, la riqueza de los 10 mandamientos como caminos de vida, y aprenden que existen siete adversarios que quieren destruir la imagen de Dios en ellos: la soberbia, la envidia, la ira, la avaricia, la lujuria, la pereza y la gula. Hay una batalla espiritual que Cristo ha ganado para ellos, y se les enseña a luchar descubriendo la fuerza de las virtudes cardinales y teologales en la vida del cristiano y cómo pueden extender el Reino de Dios a través de las 14 obras de misericordia.
Impresiona ver la potencia de la Palabra de Dios en sus vidas, que les hace descubrir que ser cristianos es vivir en la gracia de un Dios que toma la iniciativa, y que en Cristo hace una alianza con nosotros. Cuando escrutan, o especialmente en el campamento de verano donde reciben una palabra para todo el año, contemplamos cómo se va produciendo un cambio en ellos por la gracia y no por un mero moralismo. La Palabra les ayuda a poder pedir perdón a sus padres, a saber decir no a sus amigos cuando lo necesitan, a levantarse cuando tropiezan y a salir de situaciones difíciles.
En el campamento de verano hacemos un rosario nocturno a la 4 de la mañana que concluye con una Eucaristía al amanecer en lo alto de una montaña. Muchos hablan de cómo en medio del silencio y la oscuridad de la noche tienen una experiencia profunda de ese Dios escondido y manifestado en el misterio de la muerte y resurrección de Cristo. Es un momento en que los chicos pueden rezar y encuentran la paz que no han tenido durante todo el curso. Este campamento les ayuda muchísimo para poder empezar el verano poniendo a Dios en medio de sus vacaciones.
Una cosa estupenda es que no sólo ayuda a todos los jóvenes de la parroquia, sino que muchos otros, alejados de la fe, se incorporan a los grupos por amistad y descubren el tesoro de ver el amor de Dios en sus vidas. Unos están sin confirmar, otros sin hacer la primera comunión o incluso sin bautizar.
Planteamiento
Esta pastoral se realiza en algunas parroquias en las que se encuentra el Camino Neocatecumenal los viernes por la tarde, y se estructura en 4 celebraciones.
El primer encuentro se hace en casa de los padrinos, donde se expone el tema que se tratará en las próximas reuniones y los jóvenes pueden hablar libremente de lo que piensan ellos y su entorno acerca del mismo.
En el segundo encuentro se trata de iluminar el tema en cuestión a la luz de la Palabra mediante un escrutinio del texto bíblico, que termina con una puesta en común de qué dice esta Palabra en la vida concreta de cada chico. Este encuentro termina con un pequeño ágape para fomentar la comunión entre los jóvenes y con los padrinos.
El tercer encuentro, que se realiza en la parroquia, el presbítero trata el tema con el Magisterio y la Tradición de la Iglesia, se sigue con un acto penitencial y se concluye nuevamente con un ágape.
En el cuarto y último encuentro se sella el tema en el que se ha profundizado, compartiendo la experiencia recibida a lo largo del mes, y se hace una cena especial, llamada Alianza, en la que cada chico acepta que la Gracia de Dios cumpla en él la palabra tratada.
Para finalizar, tras los seis años que dura la postconfirmación, se hace una peregrinación junto al párroco, como acción de gracias y bendición a Dios por tantos dones recibidos. En ella se presentan tres vocaciones: la vida religiosa, recibiendo la experiencia de una consagrada; el sacerdocio, con el testimonio de un seminarista; y el matrimonio, ahondando en la experiencia de los padrinos.