Este pasado domingo los jóvenes rezan por la paz en tierra Santa
en la Sagrada Familia
La basílica de la Sagrada Familia ha acogido la octava edición de “Sent la Creu” con la participación del patriarca latino de Jerusalén, el cardenal Pierbattista Pizzaballa.
Iniciativa promovida desde el Secretariado diocesano de pastoral con jóvenes del Arzobispado de Barcelona, con la participación de jóvenes de nuestra Parroquia de Santa Joaquina de Vedruna, que acudieron a la llamada de nuestro cardenal, Mons. Juan José Omella.
La celebración fue precedida por un tiempo de preparación donde una persona musulmana, judía y cristiana han participado como testigos de lo que está pasando en Tierra Santa.
El cardenal Juan José Omella ha cedido la presidencia de la celebración eucarística al patriarca latino de Jerusalén, y ha concelebrado junto al obispo auxiliar de Barcelona. Mons. David Abadías.
En su homilía, el cardenal Pizzaballa, dijo que lo que estaba pasando en Tierra Santa rompía el corazón de mucha gente, que era una situación insostenible. Comentó que se puede coger la harmonía y eso era escoger la paz. A partir del 20 de octubre pasado se ha entrado en una época de odio donde todos estamos involucrados. En la zona de Gaza, los cristianos, viven unas 1000 personas que lo han perdido todo: no hay agua, ni alimentos, y están en peligro tanto quien lleva el alimento como quien lo recibe. Se crean momentos de tensión, dónde no saben lo que pasará. Lo viven peor los que tienen hijos y cada día empeora la situación de Gaza. El 7 de octubre hubo un ataque indiscriminado, todo el mundo está traumatizado, no entraré en detalles, esta crisis tardará en acabarse.
Para mi es un momento triste, no hay comunicación, entre las comunidades que estamos en Tierra Santa, están cerradas y con mucho dolor. Cuando todo esto acabe, las heridas tardaran mucho tiempo en cicatrizarse. Tenemos el corazón con tanto dolor que es imposible entrar el corazón del otro. Tenemos un desierto físico pero no espiritual.
Todo el mundo habla de ruido, bombas, pero también está el ruido de las palabras y esto no existe.
Hay un cisma importante entre cristianos, judíos y musulmanes, no nos entendemos. Hay que tener un encuentro después de que acabe todo para volver a entendernos, querernos, para volver a la normalidad, cuando algún día este conflicto armado, acabe y vuelva la convivencia entre los habitantes de este territorio sagrado.
Hablo de muchas cosas más, pero dijo algo esperanzador: “No todo está perdido en Tierra Santa”.
La misa se celebró en un clima de preparación para la Pascua y se ha rezado especialmente por la paz en Tierra Santa, presidió la celebración la Cruz de Tierra Santa también por los difuntos provocados por este conflicto armado. La colecta de este domingo irá destinada a un programa de becas escolares para jóvenes de Tierra Santa.
Al final se veneró la Cruz y se entregó a todos los asistentes un pequeño obsequio.
Sigamos rezando por la paz, en Tierra Santa, tierra de nuestro Señor Jesucristo!
Este año ha sido el recientemente creado cardenal Mons. Pizzaballa, Patriarca Latino de Jerusalén, el que ha hecho presente el sufrimiento perenne que hay en Tierra Santa.
Esta es la octava edición, una celebración que comenzó el 2017 con la cruz de Lampedusa, Mosul en 2018, Camboya en 2019, Bangassou en 2020, Veneçuela en 2021, Filipines en 2022 y Ucrania en 2023.