Publicamos el texto de la noticia que se publicó en el Semanario ‘Cataluña Cristiana’ (domingo 16 de febrero):
El pasado domingo 26 de enero el Obispo auxiliar, Mons. Antoni Vadell, se reunió en la parroquia Santa Joaquina de Vedruna de Barcelona (PP. Carmelitas) con alrededor de trescientos jóvenes de varias parroquias de las diócesis de Barcelona, Sant Feliu y Terrassa, pertenecientes al Camino Neocatecumenal, con la intención de celebrar los cinco años desde que iniciaron su andadura dos grupos de oración del Rosario, nacidos tras un encuentro de jóvenes de toda España con Kiko Argüello en Madrid.
La función de estos grupos de oración, formados fundamentalmente por jóvenes, es la de sostener con el rezo del Rosario dos misiones ad gentes, una nueva manera de evangelizar auspiciada por Benedicto XVI hace más de una década, con familias que forman una pequeña comunidad en zonas descristianizadas de Europa y todo el mundo. Estos jóvenes de Barcelona rezan concretamente por unas 12 familias, acompañadas de sus hijos, algún laico, presbíteros y seminaristas, que están evangelizando en Pau (sur de Francia) y Laussane (suiza), desde hace algo más de 5 años, en una auténtica implantatio ecclesiae, como hacía San Pablo y posteriormente San Benito en la edad media.
Cada día los jóvenes rezan individualmente el Rosario por estas misiones, y una vez al mes se reúnen todos juntos para hacerlo en una parroquia, con la Adoración al Santísimo. Además unas dos veces al año estos dos grupos de oración se desplazan un fin de semana a los lugares de misión para entrar en contacto con las familias por las que rezan y conocer sus dificultades y los avances en la evangelización. Tras cinco años de andadura se han recogido múltiples frutos surgidos en estos grupos: vocaciones al presbiterado, a la vida consagrada y numerosos noviazgos, de los cuales varios han acabado ya en matrimonio, un auténtico don para la Iglesia.
Mons. Vadell, que presidió toda la celebración donde además se veneraron las reliquias de los pastorcitos de fátima, agradeció la invitación y exhortó a los jóvenes pedirle a la Virgen la mirada sencilla e inocente de los niños, para no perdernos en cálculos tantas veces estériles y así ser fecundos. Es necesario – insistió- acrecentar la ‘cofradía de los pastorcillos’ invitando a amigos y conocidos de nuestros ambientes, los cuales muchos no conocen la maravilla de la fe, para que como los pastorcillos de Belén podamos encontrar a Jesucristo, y como los de Fátima, de la mano de la Virgen María, podamos reconocerlo.
Jacob Bellido Recoder
btr
