El pasado miércoles 19 de mayo, el nuevo Obispo Auxiliar de Barcelona Mn. Javier Vilanova, ordenado hacía escasos 5 meses, visitó nuestra parroquia para participar y presidir una de las Eucaristías pascuales que las las 6 primeras comunidades de nuestra parroquia celebran durante el tiempo pascual.
El Obispo se mostró contento y entusiasmado por poder venir a nuestra parroquia y conocer nuestra realidad comunitaria. Habló de la importancia de la humildad y sencillez en la vida de la Iglesia, de la misión de los cristianos en el mundo actual, y de la terrible ‘ausencia’ que se da hoy del padre y de la paternidad en nuestra sociedad. Por contra, frente a esta ausencia, aparece la misericordia del Padre, que siempre nos espera como en la parábola del Hijo Pródigo. Parafraseando al P. Jacques Philippe, autor de numerosos libros de espiritualidad que había visitado recientemente nuestra diócesis, subrayó un aspecto importante de esta Parábola: ‘Que hubiera pasado si tras el regreso del hijo el Padre no estuviera? Es fundamental esta presencia del Padre ante el retorno de este hijo que decide volver. Del mismo modo nosotros hemos de ejercer esta ‘paternidad’ de manera activa, en nuestra casa, en nuestra parroquia, en nuestro trabajo. Es nuestra misión como cristianos esperar con paciencia y amor a los que vendrán buscando de nuevo volver a la casa paterna.
Por otro lado el Obispo contó experiencias sobre su etapa anterior como presbítero, cuando conoció el Camino en la diócesis de Tortosa, donde cuando era párroco intentó abrir el Neocatecumenado pero justo fue llamado para ser Rector del Seminario Interdiocesano de Cataluña, y agradeció en numerosas ocasiones la presencia y actividad de la comunidades neocatecumenales en la diócesis, subrayando los enormes frutos que surgen y que él mismo ha podido verificar durante todos estos años: frutos como los de las familias misioneras, que dejan casa, trabajo, ambiente, para dar la vida en otros países por amor a Jesucristo y para hacer presente la Iglesia. Al día siguiente el Obispo mandó un mensaje indicando: ‘Gracias por todo lo vivido ayer. Es un regalo y un milagro del Señor toda la gran obra del Camino Neocatecumenal’.
Por último, acabada la Eucaristía pascual con las primeras comunidades de la Parroquia, en la Sacristía pudo saludar al párroco y los seminaristas carmelitas así como a numerosos hermanos, algunos de los cuales conocía, como los catequistas de la zona de Tarragona y Tortosa que son de la primera comunidad de nuestra parroquia. Estando ya para salir se dio cuenta que había varias comunidades celebrando en varias salas. Quiso ir expresamente a saludarles y darles una palabra. Estuvo con la 14 comunidad que estaban celebrando la Palabra y que acababan de hacer el paso del Shemá y con la 12 comunidad que estaban en los segundos escrutinios. En ambos casos estuvo muy cariñoso y atento con los jóvenes, animándoles a seguir creciendo en el camino de la fe dentro de la comunidad y a no desfallecer, felicitando a los catequistas por el trabajo que estaban desempeñando. Incluso a un joven al que estaban escrutando le regaló una medallita con una reliquia del Padre Pio, del que es muy devoto, y dio a todos la bendición. Saliendo ya de la parroquia expresó la felicidad de haber podido conocer la realidad de Santa Joaquina, de la que había oído hablar, e indicó que volverá las veces que fuera necesario para ayudar y colaborar con la pastoral de evangelización que se lleva adelante.
