Con profundo dolor pero con inmensa gratitud, despedimos al Papa Francisco. Damos gracias a Dios por su vida, por estos doce fructíferos años de pontificado en los que ha estado tan cerca de los cristianos perseguidos y más necesitados de este mundo.
“El Papa Francisco ha sido el pontífice de las periferias y un luchador incansable por la
libertad religiosa y los cristianos oprimidos. Así le recordamos, y confiamos en que ahora tengamos otro defensor en el cielo para nuestro trabajo”, ha dicho Regina Lynch, presidenta ejecutiva internacional de Ayuda a la Iglesia Necesitada.
Te invitamos a rezar por su eterno descanso. Que el Señor le conceda Su abrazo misericordioso. Que su ejemplo de pastor humilde, de amor a los pobres y de búsqueda incansable de la justicia, siga inspirando a la Iglesia y a toda la humanidad.
Señor de la vida y de la esperanza,
te pedimos por el alma del Papa Francisco,
pastor humilde y valiente testigo del Evangelio.
Acógele con infinita misericordia
y haz que goce de la luz perpetua en tu presencia.
Te damos gracias por su vida, por su entrega
y su testimonio de fe.
Que su ejemplo de amor a los pobres
y de búsqueda de la justicia,
siga inspirando a tu Iglesia en su camino.
Santa María, Madre de la Iglesia, intercede por él y por nosotros.
Amén.