Entrevista a Juan Ricart y Cecilia Goday, una joven familia misionera de Barcelona enviada por el Papa Benedicto XVI a Siberia (Rusia) en 2008, que están viviendo, desde la distancia, con alegría y entusiasmo, la visita del Santo Padre a su tierra, Barcelona, con motivo de la dedicación de la Basílica de la Sagrada Familia.
Somos Juan (29) de Barcelona y Cecilia (30) de Madrid, casados desde hace 6 años. Tenemos 5 hijos: Inés 5años, Juan 4 años, María 3 años, Pedro 2 años, y Gabriel 1 año, y pertenecemos al Camino Neocatecumenal. Somos una familia católica y vivimos en Barnaul (Siberia-Rusia) desde hace un año, después de sentirnos llamados a entregar nuestra vida al anuncio del Evangelio como familia misionera a cualquier parte del mundo, agradecidos a Dios por la historia que ha hecho con nosotros.
Ambos hemos nacido en el seno de familias cristianas, donde hemos recibido la fe de nuestros padres. Nos conocimos en Guayaquil- Ecuador en el año 91, ciudad a la que fueron destinados nuestros padres también como familias misioneras. Estos años para nosotros en Guayaquil- Ecuador, viviendo en barrios marginales entre gente miserable, han sido muestra de que Dios es Padre y vemos como se cumple lo que dijo Juan Pablo II: “Vale la pena dedicarse a la causa de Cristo y dar la vida al Evangelio”.
En Enero de 2009 en un encuentro a propósito de la celebración de los 40 años del Camino Neocatecumenal en el Vaticano, fuimos enviadas por el Santo Padre 250 familias dispuestas a partir a cualquier destino del mundo, dejando trabajo, casa y familia, y con la certeza de que Dios provee. Nuestro destino como hemos dicho, fue por sorteo Barnaul, una ciudad que limita con la China, tiene cerca de un millón de habitantes entre los cuales hay cuarenta católicos y un sacerdote Polaco desde hace cinco años. Es una sociedad que está afectada por la historia del país, y donde no existe una estructura familiar y el alcohol es la vía de escape para la gente. Nuestra misión aquí es hacer presencia de familia cristiana en medio de esta sociedad donde Dios es un desconocido. Hemos de decir después de un periodo corto de misión aquí que nos hemos dado cuenta de que los primeros beneficiados somos nosotros, Dios nos bendice y mima cada día con detalles sorprendentes.
1ª – La visita del Papa a Barcelona está siendo un acontecimiento para toda la diócesis. Como misioneros diocesanos ¿cómo estáis viviendo dicha visita?
Esta visita la estamos viviendo por razones obvias en la distancia, estamos expectantes. Con la tecnología actual a través de Internet tenemos acceso a toda información. Para nosotros es un acontecimiento de gran importancia la visita del Santo Padre a Barcelona. Somos conscientes de la diversidad de opiniones, unas a favor y otras en contra.
Progresivamente hemos visto en este último tiempo cómo las familias españolas están cortando con sus raíces cristianas, el quitar a Dios de en medio daña a la sociedad, a la familia, al hombre en sí, creemos que es vital esta visita para recordar quien ha creado al hombre y para que además de animar a los católicos a continuar en nuestra misión del anuncio del evangelio con nuestra vida, físicamente, como él con su viaje a Barcelona.
2ª – El Papa os envió a la misión ¿En qué consiste la misión? ¿Cómo la estáis llevando a cabo? ¿Qué dificultades os estáis encontrando y qué frutos se ven?
El hecho de ser enviados por el Santo Padre nos ha hecho sentir, entre otras cosas, que no estamos solos, nos sentimos arropados en la oración, en comunión con la Iglesia. Nuestra misión como hemos dicho, consiste en vivir en medio de esta realidad poniendo en el centro de nuestra casa, de nuestra familia a Cristo, pues tenemos la experiencia de que sin Dios, nuestra vida, la del ser humano, no tiene un sentido verdadero.
Esperamos iniciar las catequesis para adultos en la parroquia, donde ya existe una comunidad (- son catorce catequesis dadas durante dos meses la puerta de inicio del itinerario neocatecumenal, un proceso de iniciación cristiana para adultos que se vive en pequeñas comunidades n.d.r) una vez que hablemos el idioma que es una de las dificultades más grandes con la que nos hemos encontrado, pues el ruso no es fácil. Muchas veces te sientes impotente por la necesidad de expresarte y no poder, o te humilla no entender y pasar como “el tonto” en reuniones del colegio, o simplemente en el supermercado, etc…. aun así, después de unos meses y sin haberlo estudiado lo empezamos a entender y a hablar, sobre todo los niños,¡la mayor lo habla mejor que nosotros!
Aquí se escolarizan a los 7 años y hasta entonces nos interesaba que los niños estuvieran desde el principio en contacto con otros niños y con la lengua, asique los inscribimos en la guardería, con gran dificultad pues no había plazas, ni forma alguna de obtenerlas. El Señor tocó el corazón de algunas personas y hemos podido tener acceso; ellos están contentos, aprendiendo y empezando a experimentar de manera quizá más inconsciente que Dios provee.
A nivel de infraestructura, salud y demás esta ciudad está bastante atrasada, pero lo que nos parecía casi imposible la sanidad de los niños, colegios, encontrar una casa digna, un coche grande para todos y capaz de soportar los -50º, un Centro Down para nuestro cuarto hijo (con Síndrome de Down)… Dios lo ha hecho posible, y la verdad es que os mentiríamos si os decimos que estamos necesitados de algunas de estas cosas. Nos empezamos a dar cuenta de que la dificultad más grande para la misión somos nosotros y a pesar de todo el Señor nos concede seguir aquí y ser espectadores de su obra. Nosotros siempre que se da la ocasión damos nuestra experiencia de lo que Dios ha hecho en nuestra vida y decimos que sentimos de dar gratis lo que hemos recibido gratis.
3º – El Papa va a consagrar el templo de la Sagrada Familia. ¿Qué significa en el mundo de hoy la familia cristiana? ¿Qué aspectos la diferencian?
Nosotros podemos hablar desde nuestra experiencia. Pensamos que la familia cristiana en el mundo de hoy es un signo visible del amor de Dios al hombre, es donde el ser humano recibe su identidad, recibe la fe, los valores, todo, sin una estructura familiar el hombre está desorientado, lo vemos en los más jóvenes, en amigos nuestros y conocidos, aquí en Barnaul y en Barcelona.
Los aspectos que diferencia a la familia cristiana es que ésta se apoya en Dios, se basa en el perdón, por eso no se da el divorcio, no porque se vean capaces de amarse el uno al otro para toda la vida , sino porque tienen la certeza de que apoyados en Jesucristo esto es posible. No depende de los ingresos, el tener un hijo más, la familia cristiana tiene la certeza de que Dios provee absolutamente y por eso cada hijo es una alegría. La familia no es un proyecto del hombre, para la familia cristiana, ésta, es un proyecto de Dios. Cuando echamos la mirada atrás y vemos lo que Dios ha hecho hasta hoy con nosotros, nuestros hijos, pensamos: ¡es maravilloso ver cómo hace todas las cosas!
4º – Otro aspecto significativo de la visita del Papa va a ser la visita al Centro del Niño Dios, donde se cuidan, entre otros, niños con Síndrome de Down… ¿qué sentido tiene tener un niño con esta deficiencia y como lo vivís vosotros?
Nos alegramos de esta visita, nos enternece, muchas veces estos niños son rechazados, esperamos que este acontecimiento haga pensar que Dios no se ha equivocado, que son obra suya, sin error. Menos mal que existen, nos acercan a Él.
Hasta que no nació Pedro (2 Años), no supimos que tenía el Síndrome de Down. Por supuesto decir que ha sido para toda nuestra familia una bendición, un regalo, es para nosotros como tener a Jesucristo en casa, tiene una dulzura natural extraordinaria, todo lo que podamos deciros es poco. Como es natural te surgen dudas, miedos, preocupaciones, pues es algo que hasta que no te toca, no lo conoces verdaderamente.
Yo (Cecilia) os tengo que decir que lo supe desde que le vi ya en la habitación al poco de nacer, y sentí una alegría que no he sentido jamás, según van pasando las horas y vas asimilando la noticia te surgen preguntas, en todo momento sentía que no estaba sola, el Señor estaba conmigo, y me concedió, y hasta hoy sigue siendo así, poder creer de verdad que Él es su padre, y esto me da una tranquilidad total en todo momento, pues el solo verle me lo recuerda. Evidentemente hacemos todo lo que está en nuestras manos para ayudarle en su desarrollo y demás, pero tenemos claro que lo que queremos para él como para nuestros demás hijos es transmitirle la fe y que sea feliz.
Disculpadme que me explaye, pero hablando de esta experiencia se me hace difícil ser breve. Actualmente Pedro recibe aquí en Barnaul, todas las atenciones médicas que necesita, estimulación, terapia de grupo y demás, otra vez, verdaderamente Dios provee. Estamos contentísimos y en su mirada vemos que es feliz. Para toda la familia es una alegría, los hermanos le quieren muchísimo, es uno más pero es especial. Y es verdad que requiere más atención en muchos aspectos y mucha paciencia pues va más despacio en todo, pero lo hacemos con alegría, como no, sonríe y ahí viene la recompensa, como me dijo una persona una vez, estos niños tienen la mirada de Dios, es así.
Os agradecemos vuestras oraciones. Juan, Cecilia e hijos.