Eucaristía de Clausura del 50 aniversario del Camino con nuestro Arzobispo Mons. Omella

CELEBRACIÓN DE CLAUSURA DEL 50 ANIVERSARIO DEL CAMINO NEOCATECUMENAL EN LA PARROQUIA

CON LA PRESENCIA DE NUESTRO ARZOBISPO,

EL CARDENAL JUAN JOSÉ OMELLA

 

 

Este domingo 11 de diciembre de 2022 hemos celebrado solemnemente y clausurado el 50 aniversario del Camino Neocatecumenal en nuestra Parroquia Santa Joaquina de Vedruna, de los Padres Carmelitas, que con tanta generosidad y entrega se abrieron hace ya cinco décadas a una incipiente realidad, el Neocatecumenado, que traía la renovación del Concilio Vaticano II a las parroquias, basado en el trípode sobre el que se sustenta dicho Concilio y la vida cristiana: Palabra – Liturgia – Comunidad.

Nuestro querido Arzobispo, el Cardenal Mons. Juan José Omella, ha querido presidir esta Eucaristía que de una manera especial adquiere una auténtica ‘acción de gracias’ por todos estos años de Camino que han sido una bendición para tantas personas, muchas de ellas alejadas de la fe. Coincidiendo con el Tercer domingo de Adviento llamado ‘Gaudete’ de especial alegría por la cercana celebración del nacimiento del Mesías, hemos exultado y bendecido al Señor por  cómo se hizo presente en nuestra parroquia hace 50 años. Cómo viene también hoy a través de tantos acontecimientos que estamos viviendo, y cómo continuará viniendo, como ha dicho Mons. Omella, el día de mañana.

Estuvieron presentes nuestro Párroco, P. Gaspar Borda, y los carmelitas P. Enrique y P. Valentín, así como el capuchino P. Josep Oriol, que camina en la tercera comunidad, y un seminarista carmelita y otro de la 12ª comunidad que está formándose en Madrid. 

En un Templo a rebosar de fieles, han participado también Fede y Toya Manén, que fueron, junto con el hoy presbítero P. Javier Sotil, pertenecientes a la Parroquia de Santas Juliana y Semproniana de Barcelona, los que dieron las primeras catequesis hace 50 años, cuando nació la primera comunidad de la que todavía quedan bastantes hermanos, entre ellos los Responsables, Juan Pablo y Gemma, y tantos que ya han pasado al Padre. 

Juan Pablo ha dirigido las siguientes palabras de bienvenida al Cardenal:

Eminencia Reverendísima Sr. Cardenal Juan José Omella, Arzobispo de Barcelona. Agradecemos su presencia entre nosotros como Pastor de la Archidiócesis, para presidir esta Eucaristía de clausura del 50 aniversario del inicio del Camino Neocatecumenal en nuestra Parroquia. Estamos muy contentos por esta obra que el Señor, a través del Espíritu Santo, ha suscitado en medio de nosotros, pobres ‘siervos inútiles’, y por esta elección que ha hecho en esta parroquia que cumple lo que el Papa Francisco indicó en su primera Encíclica Evangelii Gaudium pidiendo que las parroquias fueran auténticamente ‘Comunidad de Comunidades’, como usted mismo también recordó en el X Congreso Teológico Pastoral en el Seminario Diocesano en Cáceres en junio de 2018, haciendo referencia a esta definición del Papa y afirmando que ‘la parroquia sigue siendo un lugar de evangelización’.

Fruto de estos 50 años de evangelización ininterrumpida han nacido 20 comunidades neocatecumenales en la que viven la fe más de 1.000 hermanos, a partir de los 14 años en adelante, y más de 400 niños menores de 14 años, con una media de 6 hijos por matrimonio, que son un consuelo y esperanza en medio de esta sociedad que se ha cerrado a la vida. De estas comunidades han surgido, gracias al itinerario de iniciación cristiana que realiza el Camino Neocatecumenal, 8 presbíteros, 5 de ellos misioneros, y 3 seminaristas que se están formando en actualmente en Madrid, Vitoria y Dublín. 11 chicas a la vida consagrada, en órdenes como las hermanitas del Cordero, combonianas, Iesu Communio… donde está una nieta mía, y las dos últimas que entraron el pasado año en las carmelitas de Vic. También 14 misioneros itinerantes, de los cuales 5 como hermanas de ayuda a familias en misión y 4 de ayuda en los Seminarios Redemptoris Mater, y el resto que han anunciado el Evangelio en países como Brasil, Japón, Cuba, Chile, Israel, Rusia, México, Francia o Chile. Y por último 22 familias en misión que han partido a todas las naciones, de las que actualmente hay 1 en Portugal, 2 en Finlandia, 1 en Canadá, 3 en Inglaterra, 1 en Suecia, 1 en Austria,  2 en Estonia,  1 en Angola y la última que ha partido a Chipre hace dos meses y que fue recibida por su Obispo auxiliar Mons. Javier Vilanova que les dio una bendición de envío.

De nuestra parroquia se han formado además 6 equipos de evangelización que catequizan en nuestra propia parroquia o en otras parroquias y diócesis,  tanto en Barcelona como en Hospitalet de LLobregat, Lleida, Tarragona y Tortosa, con decenas de matrimonios además de apoyo a comunidades que acaban de nacer.  También de nuestra Parroquia han salido las responsables de dos grupos de oración del Rosario por las misiones de Pau y Laussane que aglutinan a cientos de jóvenes de diversas parroquias y diócesis, que tantos frutos están dando. Otro fruto de esta incesante labor apostólica es la realización de la Pastoral de mediación, donde colaboran los hermanos de las primeras 10 comunidades, llevando las catequesis de bautismos, comunión y postcomunión, confirmación, matrimonios, banco de alimentos, enfermos, liturgia etc… El último fruto que ha nacido este año ha sido la pastoral de post-confirmación, para jóvenes entre 12 y 18 años, y que ha sido una revolución al apuntarse cerca de 200 jóvenes, algunos de ellos alejados de la fe, y donde colaboran cerca de 20 matrimonios que todos los viernes se reúnen con ellos en pequeños grupos para trabajar los mandamientos de Dios, y demás enseñanzas de la Iglesia y para orar y escrutar la Palabra. 

Por último señalar que el Camino Neocatecumenal es un instrumento que en nuestra diócesis lleva a la realización íntegra las propuestas del Plan Diocesano Pastoral ‘Salgamos’ de 2018, donde se subraya precisamente lo que es el trípode donde se sustenta el Camino: El redescubrimiento de la Palabra de Dios. La celebración de la liturgia y vivencia de los sacramentos. Y la vida en comunidad que lleva a la caridad.

He aquí los frutos del Concilio, del que se celebró en octubre el 60 aniversario de su apertura, y que con tanto empeño Kiko Argüello y Carmen Hernández, que vivió en Barcelona su particular Getsemaní, quisieron llevar a las parroquias ¿Cómo no dar gracias a Dios por estos dones? ¿como no bendecir con nuestro Pastor por estos frutos que nos llenan de gozo y esperanza? Pedimos en este día que la Virgen Santísima, Madre del Redentor, que ha inspirado este Camino, siga intercediendo por nosotros desde el cielo, y que esta obra que Dios ha suscitado en medio de esta diócesis para la nueva evangelización siga creciendo y dando fruto.

Desde entonces, cada año, se han ido dando estas catequesis iniciales de la llamada ‘fase kerygmática’ donde, tras una convivencia final, se formará una pequeña comunidad. Y así, durante estos años, han ido surgiendo un total de 20 comunidades de 30, 40, 50 hermanos, de toda índole, condición, clase social y procedencia. La última nacida hace escasamente una semana, con más de 70 hermanos. Comunidades que recuerdan las primeras comunidades cristianas que narran los Hechos de los Apóstoles y que nacían tras la predicación de los mismos, como el Cardenal nos ha recordado en su Homilía. Así nació y creció la Iglesia, en medio de persecuciones, como vemos también hoy la situación de dificultad que vivimos frente a una sociedad secularizada y descristianizada como la nuestra, dónde sigue viva la llama de la fe, perenne y dando frutos de conversión, aunque parezca tantas veces débil y frágil porque, como decía nuestro Arzobispo, ‘a pesar de las dificultades el Señor siempre es más fuerte’.

El Camino Neocatecumenal es en nuestra Parroquia, en palabras de nuestro Pastor diocesano, una ‘bomba atómica’ que irradia la fe ‘a todas partes’, como Carmen Hernández, co-iniciadora de este Camino, escribió precisamente desde Barcelona en los años 60 en una carta a una amiga: ‘¡Ganaré mi Reino. Me voy a todas partes!’. Fruto de esta ‘explosión’ que es la evangelización hecha carne en una iniciación cristiana se han reconstruido y formado incontables matrimonios, han nacido cientos de hijos, han surgido numerosas vocaciones al presbiterado y a la vida consagrada, y han partido decenas de misioneros, itinerantes y familias enteras con sus hijos, a los cuatro continentes para anunciar la Buena Noticia, tal como el Evangelio del día de hoy indicaba respecto a los frutos que desvelarán la venida del Mesías: ‘A los pobres se les anuncia el Evangelio’ (Mt. 11,2).

Frutos que llaman a la esperanza, como invitaba fehacientemente Mons. Omella a conservar: ‘Esperar’, que es lo propio del Adviento, y que es maravilloso, sin prisa, tener paciencia, como precisamente recordaba la segunda lectura del Apóstol Santiago. Seguir los tiempos de Dios, que tantas veces no son los nuestros… pues al Señor le llena de emoción ver cómo su pueblo espera en él, en su providencia, en su acción. Así, recordando la importancia de esta virtud teologal, junto con la fe y la caridad, ha concluido su homilía, agradeciendo el trabajo pastoral que el Camino desarrolla en la parroquia e invitando también a hacerlo extensivo a toda la diócesis.

Finalizando la Eucaristía, nuestro párroco el P. Gaspar, ha dirigido unas bellas palabras de despedida y de agradecimiento en este 50 aniversario:

Bendigo y alabo al Señor por todo este año 2022, en que hemos celebrado los 50 años del Camino Neocatecumenal en nuestra Parroquia.

Bendigo y alabo al Señor por todos los frutos trabajados y cosechados, y que son muchos. Muchísimos.

Bendigo y alabo al Señor por poder estar justo en este tiempo y en este lugar para poder ser testigo de primera fila, de todo este pueblo que camina en esta parroquia, y se ha abierto a la Evangelización, a nivel parroquial y para la misión.

De san Juan de la Cruz, que celebraremos el próximo miércoles 14, tomo la canción 3 del Cántico Espiritual y que me hago mía:

“Buscando mis amores iré por esos montes y riberas,

NI COGERÉ LAS FLORES NI TEMERÉ LAS FIERAS y pasaré los fuertes y fronteras”.

En el ministerio encomendado, hace un par de años, como párroco de Santa Joaquina, me he encontrado con un jardín frondoso y grande como es esta casa; mi vocación es servir, y mi trabajo es “florecer” donde estás plantado.

Y dice san Juan: NO COGERÉ LAS FLORES… porque no he plantado, no he regado, no he visto crecer este pueblo, y me he encontrado aquí en medio de esta realidad, donde el Señor ha fructificado, ha regalado, ha dado el Ciento por Uno… y yo sencillamente, agradecido, acompaño, sirvo y me pongo disponible ante este jardín y ¡estas flores que NO son mías!

NI TEMERÉ LAS FIERAS… cuidado con el mundo y sus pasiones. Tentaciones que tengo que vencer: los favoritismos,  el crédito, el valor. “ni contentos ni deleites”, dice san Juan; las burlas, los malos juicios y las críticas.

Por todo ello, ante todos vosotros, asamblea santa, Doy Gracias a Dios por el Don de la fe compartida; por la Esperanza que se trabaja día a día; y por la caridad generosa que el buen Dios os ha regalado.

Gracias Sr Arzobispo-Cardenal por poder presidir la Eucaristía en esta parcela pequeña, muy pequeña del Pueblo de Dios que camina en Barcelona, pero que ha dado, da y dará frutos en abundancia como ha demostrado hasta ahora.

Para terminar, Como Carmelita que soy y me siento, hago mías las palabras que tanto gustaba decir y repetir Santa Teresa de Avila:

Gloria al Padre, Gloria al Hijo y Gloria al Espíritu Santo.

Que nuestra Madre, la Virgen Maria, nos acompañe siempre.

Muchísimas gracias, Sr Cardenal, parroquianos,  Comunidad Carmelita, y Comunidades Neocatecumenales.

BENDICIONES PARA TODOS

Tras estas palabras se le ha hecho entrega al Sr. Arzobispo de un regalo: una pequeña ‘cruz gloriosa’, como las que utilizamos en nuestras celebraciones, para que nos recuerde y rece por nosotros como también nosotros rezamos por él y por toda nuestra iglesia diocesana.

Con la solemne Bendición final y el Canto ‘Salve Reina de los Cielos’ a nuestra Madre, la Virgen María, que durante estos años ha intercedido por nosotros sus hijos, se ha procedido, en la re-inaugurada Sala de San Titus Brandsma, a la bendición del nuevo icono mural de ‘Pentecostés’ que preside desde el presbiterio toda la sala, y desde donde se han gestado tantas conversiones y han madurado en la fe tantos hermanos, surgiendo, gracias a la fuerza del Espíritu Santo, tantas llamadas a la misión.

Para finalizar hemos podido tomar un ágape fraterno en la sala polivalente los distintos Responsables de las comunidades y equipos de catequistas que realizan y llevan a cabo todo el trabajo pastoral del Camino en nuestra parroquia y brindar por este 50 aniversario que finaliza con este histórico día.

 

 

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