La Cuaresma comienza con el miércoles de Ceniza; tiempo de oración, penitencia y ayuno.
Cuaresma viene de cuarenta.
Las palabras que se usan para la imposición de ceniza, son: “Arrepiéntete y cree en el Evangelio” o “Recuerda que polvo eres y en polvo te convertirás.” Las cenizas que se utilizan se obtienen quemando las palmas usadas el Domingo de Ramos de año anterior o si no se guardaron se puede utilizar algún elemento orgánico que genere dichas cenizas.
El simbolismo de la ceniza es el siguiente:
- a) Condición débil y caduca del hombre, que camina hacia la muerte.
- b) Situación pecadora del hombre.
- c) Oración y súplica ardiente para que el Señor acuda en su ayuda.
- d) Resurrección, ya que el hombre está destinado a participar en el triunfo de Cristo.
El origen de la costumbre.
Antiguamente, los judíos acostumbraban a cubrirse de ceniza cuando hacían algún sacrificio y como signo de conversión a Dios. En Jonás 3,6 los habitantes de Nínive se cubrieron de ceniza como signo de arrepentimiento. Y así en muchos textos del Antiguo Testamento, la ceniza fue signo de arrepentimiento y penitencia.
En los primeros siglos de la Iglesia, las personas que querían recibir el Sacramento de la Reconciliación el Jueves Santo, se ponían ceniza en la cabeza y se presentaban ante la comunidad vestidos con un “hábito penitencial”. Esto representaba su voluntad de convertirse. En el año 384 d.C., la Cuaresma adquirió un sentido penitencial para todos los cristianos y desde el siglo XI, la Iglesia acostumbra poner las cenizas al iniciar los 40 días.
Pero no todo es penitencia en cuaresma.
Días previos al miércoles de ceniza en muchos lugares se acostumbra hacer el famoso carnaval. La palabra carnaval significa “supuestamente” adiós a la carne y su origen se remonta a los tiempos antiguos en los que por falta de métodos de refrigeración adecuados, los cristianos tenían la necesidad de acabar con la carne de consumo antes de empezar la Cuaresma, ya que en este tiempo no debe comerse. Con este pretexto, en muchas localidades se organizan días previos al miércoles de ceniza, fiestas populares llamadas carnavales en los que se consumen todos los productos que se podrían echar a perder durante la cuaresma. Desde hace mucho tiempo este famoso carnaval empezó a degenerarse, pasando a ser un pretexto para organizar grandes comilonas y para realizar también todos los actos de los cuales se “arrepentirían” durante la cuaresma. En algunos lugares los carnavales se hacen enmarcados por una serie de festejos y desfiles en los que se exaltan los placeres de la “carne” de forma exagerada, tal como sucede en Brasil, Nueva Orleans y algunos estados de México. Estos festejos o carnavales, reitero, no pertenecen a la celebración de la cuaresma que la Iglesia propone, aunque muchos los relacionan.
Mejor hablemos del miércoles de ceniza.
Con la imposición de las cenizas, se inicia una estación espiritual particularmente relevante para todo cristiano que quiera prepararse dignamente para vivir el Misterio Pascual, es decir, la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor Jesús.
¿Cuál debe ser nuestra actitud al recibir la ceniza? Cuando el sacerdote nos pone la ceniza, debemos tener una actitud de querer mejorar, de querer tener amistad con Dios. Conversión o metanoía en la Biblia es volver a Dios. Entonces este tiempo es para reflexionar sobre nuestras actitudes para ser mejor persona. A esto yo le llamo, volver a Dios o metanoía.
El ayuno y la abstinencia. El miércoles de ceniza y el viernes santo son días de ayuno y abstinencia. La abstinencia obliga a partir de los 14 años y el ayuno de los 18 hasta los 59 años. El ayuno consiste en hacer una sola comida fuerte al día y la abstinencia es no comer carne los viernes. Este es un modo de ofrecer un sacrificio y negarnos algo durante los 40 días que dura la cuaresma.
Pero cuidado. LA CENIZA NO ES UN SACRAMENTO.
La ceniza no es un sacramento, no nos quita nuestros pecados. Es un signo de arrepentimiento, de penitencia, pero sobre todo de conversión. Muchas personas acuden a la imposición de ceniza por pensar que les va a quitar sus pecados. La ceniza podemos catalogarla en la lista de los sacramentales. Los sacramentales son, según el catecismo de la Iglesia católica: “signos sagrados con los que, imitando de alguna manera a los sacramentos, se expresan efectos, sobre todo espirituales, obtenidos por la intercesión de la Iglesia. Por ellos, los hombres se disponen a recibir el efecto principal de los sacramentos y se santifican las diversas circunstancias de la vida”; #1667
Por último
Así como la ceniza algo debe quemarse y destruirse en nosotros -el hombre viejo- para dar lugar a la novedad de la vida pascual de Cristo en el hombre nuevo. Comencemos esta cuaresma con humildad, ayuno y oración para poder estar cada vez más cerca de Dios.
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http://padremolleto.blogspot.mx/2012/01/podcast-el-miercoles-de-ceniza.html
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FUENTE: http://www.modestolule.com